En un blog anterior explicábamos porque se hacía necesario comenzar un proceso de tutela para la protección del familiar o ser querido incapacitado. Muchas personas llamaron al bufete tratando de encontrar información al respecto, y una inquietud bastante frecuente fue la diferencia entre un proceso de tutela y un poder. En el blog de hoy vamos a tratar de darle respuesta a esa interrogante.
Como habíamos explicado anteriormente, la tutela, es una institución que pretende proteger los derechos y los bienes de una persona incapacitada e incapaz de tomar decisiones, ya sea sobre su persona o sus bienes. El proceso de tutela se presenta frente a un tribunal, y es un juez el encargado de crear la relación tutor-tutelado. La principal característica de este proceso es que la persona que necesita ayuda se encuentra imposibilitado de tomar decisiones o ejercer algún tipo de control sobre su persona, o bienes, ya que se encuentra incapacitado. De ahí la necesidad de designar un tutor.
El poder por su parte es una autorización dada por una persona a otra, para que la segunda tome ciertas decisiones en su lugar y nombre. El poder puede ser específico, para realizar alguna acción en particular, tal como debitar fondos de una cuenta de banco, o efectuar la compra de una casa; o puede ser general, para tomar decisiones menos específicas, tales como responder una demanda, o efectuar los pagos de la hipoteca de la vivienda. En los casos de un poder, la persona que lo otorga tiene plena capacidad, y puede tomar decisiones por sí mismo, lo que decide delegar las mismas en otra persona. Hay poderes especiales para los casos de decisiones médicas, conocidos como Living Will, que se encargan de decisiones sobre recibir o no tratamiento médico.
La principal diferencia entre una tutela y un poder es la capacidad de la persona. En el caso de la tutela, el tutelado no tiene capacidad para decidir, y es por ello por lo que se hace necesario el trámite. En el caso del poder, el que lo otorga tiene plena capacidad, y está decidiendo delegarla.
Si usted o un familiar querido aún tiene la capacidad legal de tomar decisiones y desea que un futuro alguien más las tome por usted, mi mejor consejo es que haga un poder a favor de esta persona. Los poderes son totalmente revocables, quiere esto decir, que cuando usted lo desee, puede dejarlo sin efecto. Si su preocupación es saber qué acciones podrá llevar a cabo la persona a la que le va a otorgar el poder, mi consejo es que lo haga tan amplio como le sea posible, así en el futuro, su apoderado no tendrá problemas para realizar cualquier trámite.
Si necesita ayuda otorgando un poder, o para un proceso de tutela, no dude en llamarnos hoy. La primera consulta es gratis. Nuestro bufete puede asistirlo con una variedad de asuntos legales, que van desde procesos migratorios, procesos de familia, hasta bancarrota. Llámenos hoy y comprobará porque nuestro moto, es su problema, es nuestro problema.
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